La piorrea es una enfermedad provocada por la placa bacteriana que termina irritando las encías, produciendo su sangrado. Una dolencia a la que debemos poner freno, ya que es la principal causa de pérdida de piezas dentales.
La piorrea se puede combatir y curar, pero requiere una prevención y una correcta higiene. En nuestro país, entre el 40 y el 50% de la población de más de 40 años la desarrolla en cierta medida. El alta incidencia tiene que ver con hábitos del estilo de vida.
Al ser una infección en cuya zona el antibiótico tarda en hacer efecto, se debe proceder al curetaje para su cura. El propio profesional debe eliminar en una o varias sesiones el sarro, limpiar la zona y erradicar las bacterias para que la encía pueda cicatrizar sana.
Para que no termine por convertise en un problema crónico, la clave es la prevención y una visita anual al dentista, quien detectará cualquier problema.
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