Si tenemos que analizar ese pequeño 1% de no éxitos, diremos que en mayor medida son a causa del "rechazo" que por lo general viene asociado a la mala calidad del implante.
Dentro de esos "fracasos" podemos encontrarnos con algunos que se dan en las primeras semanas, antes incluso de que coloquemos la prótesis sobre ellos. Por lo general, aparte, hay un mayor número de ellos en el maxilar superior por la tipología del hueso en esa zona de la boca.
Otros condicionantes que pueden dar al traste con un implante son, una posible infección, que siempre y cuando se realice con los protocolos habituales de esterelización y asepsia no tiene porqué ocurrir; someter a una presión excesiva que pueda dañar el hueso o el no realizar una buena irrigación durante la intervención para evitar que las brocas calienten en exceso la zona del hueso.
Otros factores que pueden afectar al éxito del implante pueden ser la realización de un incorrecto ajuste de los mismos o encontrarnos ante un paciente con bruxismo que pueda dañarlo por un exceso de presión. Es un hecho, que debemos estudiar previamente.
De todos modos, como afirmamos al principio del artículo, estas dolencias sólo se dan raramente en un 1% de los casos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario